sábado, 5 de septiembre de 2015

UNA PAREJA ENAMORADA

Hola a todos. 
Aquí os traigo un nuevo fragmento fragmento de Una pareja enamorada. 
Veamos cómo Susan se enfrenta a sus propios demonios. 

                                   Esto es lo que uno siente cuando se ha enamorado, pensó Susan. Tu corazón late más deprisa. 
                                    Disfruto cuando Gerard me besa. Quiero que me abrace con fuerza. 
                                    Me he enamorado de él. ¡Lo amo! No sé cómo ha ocurrido. 
                                    Susan estaba levantada aquella noche. Llevaba puesto su camisón de dormir de color blanco. Caminaba de un lado a otro de su habitación descalza. Sin embargo, casi no sentía el frío suelo en la planta de sus pies. Llevaba su cabello suelto y mechones de pelo se le iban a la cara. 
                                  Era ya de madrugada. Susan era incapaz de conciliar el sueño. Tenía que contarle a alguien que se estaba viendo a escondidas con Gerard. Contempló el jergón que había a su lado. Su amiga Cassandra se había quedado a dormir en su casa. Durante unos instantes, le asaltó la idea de despertarla. 
-Cassie...-la llamó en voz baja. 
                                   Cassandra estaba profundamente dormida. 
                                  Susan conocía demasiado bien la reacción que tendría si le contaba que se estaba viendo a escondidas con Gerard. 
                                 Cassandra se movió en sueños. Sus padres adoptivos ya estaban al tanto de su decisión de ingresar en un convento. El matrimonio Baker no se lo terminaba de creer. No habían podido tener hijos propios. 
                                Tenían todas sus esperanzas puestas en Cassandra. Cuando la joven viajó a Londres para tener su puesta de largo, ambos imaginaron que acabaría encontrando un marido rico y poderoso. Se casaría con él. Tendrían muchísimos hijos. Pero no había ocurrido nada de eso. 
                               Susan se puso de rodillas en el suelo junto al camastro donde yacía Cassandra. Pensó que su mejor amiga no lo entendería. Cassandra le había dicho que Gerard podía ser un demonio que había adoptado la apariencia de un ángel. 
-Tengo que decirte una cosa-añadió Susan-Despierta. 
                              Pero Cassandra se limitó a darse la vuelta para quedarse de espaldas a Susan. La joven lo agradeció. No sabía cómo abordar aquel tema ni con Cassandra. Ni con su madre...
                             Susan estaba asustada. Gerard había hecho aflorar su lado más vulnerable. 
                             La hacía sentirse cómoda cuando estaba con él. Eso es peligroso, pensó Susan, asustada. 

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